Es un derivado de la soja que constituye un complejo de fosfolípidos denominados fosfatidicolina.
Contiene ácidos grasos esenciales monoinsaturados y poliinsaurados, carbohidratos, proteinas, minerales, vitaminas del grupo B y vitamina E.
Se utiliza para:
Reducir el colesterol, por su contenido en ácidos grasos esenciales y eliminarlo más rápidamente con la bilis, así como los trigliceridos y previene el desarrollo de hígado graso.
Reduce el riesgo de trombosis
Mejora la permeabilidad vascular
El buen estado de la células nerviosas debido a su contenido en fosfolípidos, por lo que es muy útil en caso de disminución de la memoria, épocas de estrés o esfuerzo intelectual.
Disminuye la viscosidad en la sangre
La salud y belleza de la piel, manteniéndola elástica e hidratada.
También es antioxidante por su contenido en vitamina E, protegiendo las células del organismo.
La dosis recomendada son dos cucharas soperas disueltas en sopas, zumos, yogures, etc.
También la hay en formato de comprimidos y perlas.